Después de lamentarme y comerme la cabeza por banalidades, o no tanto, de pasar el fin de semana vestida de arlequín, de estar rodeada de gente que desconocía, gente que se quería o se odiaba, de perdonar, de escandalizarme con Los Óscar  y de pasar un día entero reflexionando sobre varias cosas de éste nuestro "bonito" mundo, he llegado a varias conclusiones.
El mundo se mueve por amor, no existe historia, cuento, película, serie o libro que en algún momento, sea cual sea el argumento, no trate el amor. De manera directa o indirecta estamos rodeados de amor, no existe ser humano que no haya sido querido en algún momento de su vida, ya sea por su madre, hijo, marido, novio, abuela, amigo, profesor... Queramos o no el amor siempre forma parte de nuestra vida, queremos y nos quieren, a veces no lo somos por quien nos gustaría y entonces llega el egoísmo del ser humano, existe quien prácticamente obliga a otro alguien a que le quiera, intenta comprar el amor de esa persona mediante distintas formas, ya sean materiales o emocionales.
El ser humano está condicionado a querer y a ser querido, no es algo que tengamos la capacidad de evitar, simplemente lo hacemos, a veces nos odiamos por hacerlo y otras no odiamos por no lograrlo, es un sentimiento que no podemos controlar.
El humano ha llegado a matar por amor, cosa que nos lleva de vuelta al egoísmo del ser humano, es un tema con el que es difícil lidiar.
Gracias al hecho de estar condicionados al amor y de las historias, cuentos, películas, series y libros que lo tratan, cuando no encontramos el amor en quien nos gustaría o simplemente encontrar a alguien que nos lo haga sentir, nos volvemos locos, creemos que jamás encontraremos a alguien como esa persona o que jamás llegaremos a ser felices, no somos capaces de valorar el amor que nos dan los demás y si lo hacemos, no lo valoramos lo suficiente.
Así pues, el mundo se mueve por amor.