Abrió la puerta y encontró la felicidad.

by - 4:37:00


Mario abrió la puerta y se encontró con Lía, estaba empapada y notó que su ropa se le ajustaba al cuerpo, que hacía que sus brazos descubiertos en aquella tarde de verano brillan con intensidad, su pelo negro desprendía gotitas que le mojaban la alfombrilla del portal y su flequillo se le pegaba a la frente, sus labios pintados de rojo le llamaban con deseo. Mario asustado por su presencia le preguntó:
-¿Qué haces aquí?
-He venido corriendo bajo la lluvia para verte.
-¿Sólo para verme te has puesto así?
-Sí
-Estas empapada, pasa te dejaré alguna camiseta pero los pantalones te irán grandes, déjame que te los ponga en la secadora.-Mario notó que aquella frase le traería consecuencias pero aquella chica, Lía, con tan solo un años menos que él le quitaba el sentido, le volvía totalmente loco.
Lía se quitó los pantalones dejando ver su culotte verde con pequeños dibujos de Domo y seguidamente la camiseta dejando ver su sujetador a conjunto, parecía que iba preparada para todo. Mario se acercó a ella:
-Toma, mi camiseta de Jack Danniels se que te encanta, puedes quedártela.
-¿En serio?-dijo la chica de veintidós años sacando una sonrisa a la vez que se mordía ligeramente el labio inferior teñido de rojo.
-Sí de verdad, no me importa, y sé que te encanta quédatela, me gustaría poder verte en el futuro con ella puesta por la calle, me haría muy feliz.
La chica lo abrazó moviendo de sitio sus converse negras, pero no quedó aquí, él muerto por darla un beso, se abalanzó sobre sus carnosos labios rojos tiñendo los suyos también, cosa que le daba igual, ella lo llevó a la habitación del piso del joven y lo echó en la cama sin parar de besarlo, en el torpe camino tras haber chocado contra una puerta y una pared, Lía le quitó la ropa a Mario, cosa que él hizo una vez en la cama.
Ella le acariciaba los muslos mientas él la besaba sin cesar, un ligero balanceo lleno de placer y deseo les hizo sentir genial, completos, logrando cruzar la meta tras fiestas en bares llenos de humo indebido y de música ruidosa que les encantaba, y de no querer estropear nada de aquello tan bonito e infantil.
Se besaron al terminar con una sonrisa en los labios, y tras encenderse un cigarro y llenar la habitación de humo volvieron a besarse, quererse y abrazarse mientras se movían al compás de love of lesbian.
Fue una experiencia preciosa que jamás olvidarán, sólo han pasado unos meses once y medio en concreto, once meses y medio de deseo, pasión, desenfreno, fiestas en bares de humo ruidosos con final feliz y movimientos al ritmo de música alternativa que les hacía sentir felices. Y es ahora cuando viven juntos en ese piso, en un cuarto sin ascensor cuando se sienten realmente completos.

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2 Comentarios:

  1. Besitos linda que sigas mas que bien ♥

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  2. Me a encantado esta entrada, es de un libro? Tesigo(:
    y te dejo mi blog por si te gustas y ya sabes ;) un beso
    ayearwithoutraiin.blogspot.com

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