Run honey
Salió corriendo, ahogada por el dolor y la rabia que la
deshacía por dentro. No quería llegar a casa, así que a pesar de la lluvia, la
pasó de largo hasta llegar al mirador, vacío. Entre la lluvia y la hora era
normal. Se secó las lágrimas y observó la ciudad mientras sacaba a tientas un
cigarro del bolso y se lo encendía.
Quedaban lejos ya los días en los que se
reía por cualquier cosa y bailaba por las calles de una ciudad llena de
turistas. El corazón le iba a mil por hora y su respiración se
aceleraba pese haber dejado de correr, un futuro incierto se le venía encima,
el descontrol se había apoderado de su vida. Pero sonrió, tal vez la locura
empezaba a aparecer.
Se acabó el cigarro admirando la ciudad correr, la lluvia
seguía cayendo, sin embargo volvió a casa caminando tranquila, sabiendo que
hubiera pasado lo que hubiera pasado, sobreviviría como lo ha hecho siempre. Se
levantaría y probablemente se volvería a caer, pero no podía evitarlo de forma
alguna. Cuando llegó se cambió, sacó una botella de whisky... Al fin y al cabo
era viernes.
0 Comentarios: