Me he escapado del rincón en el que me guardas y me he encargado de no dejarte mal, le hablo bien de ti a cualquiera, hasta a quien no pregunta. Solo ha pasado una semana pero te echo de menos, tanto que incluso a veces, mientras intento no pensar en ti me viene tu olor y te imagino, entonces me llamo estúpida entre dientes sin que nadie se dé cuenta e intento esconder la sonrisa absurda.

Hace tanto tiempo que le conocí y se metió en mi piel que jamás pensé que alguien, y mucho menos tú, pudiera sustituirle. Has cambiado mi vida aunque a ti pueda parecerte absurdo, me has dado esperanza y me has enseñado que la diferencia existe. Debí parecerte una cría asustada cuando te miré a los ojos, esos ojos azul océano del Caribe tan imposibles que tienes, y te dije que eras todo lo que siempre había imaginado, pero es que es verdad. Aunque entiendo tu reacción.

No te equivoques, eso no quita que sea realista y capaz de darme cuanta de la imposibilidad de nuestros destinos, lo sé, créeme los he imaginado todos.

A estas alturas, solo puedo darte las gracias por estos días, esperar reencontrarme contigo en un futuro y quererte en silencio mientras espero a que llegue ese día mientras tú estás a mil vidas de mí.