Y como cada día me levanto tarde,con apenas 15 minutos para hacerlo todo, vestirme, peinarme, desayunar, lavarme los dientes,arreglarme, coger la chaqueta y el gorro y salir por la puerta. Después me planto a las 7 de la mañana en la parada del bus y al minuto aparece Maria, la cual va a mi clase y es mi amiga. Subimos al autobús y pagamos nuestros respectivos 2 euros por un viaje de 12'5 kilómetros, y para variar nos sentamos al final del todo. Empezamos ha hablar del espectáculo de danza que representaremos en un mes y de dónde vamos a comprar nuestros atuendos, cuando de repente un chico delgado, alto y con mucha labia se sentó delante de mi y después de un breve silencio me dijo "¿Me das tu número?", anonadada tras aquella inusual pregunta respondí que no contundentemente, el chico, desconcertado miró a Maria y le preguntó ¿"Y tu?" a lo que ella dijo "Pero, es que no te conozco de nada", ambas nos miramos y nos reímos, con ojos seductores me volvió a mirar extendiéndome su teléfono móvil y me dijo "¿Me vas ha dar tu número?", tras aquella mirada no pude decir que no, a lo que cogí el teléfono y le guardé mi número. Entonces se levantó y volvió a su sitio.

Él sabe mi nombre y mi cual es mi número de móvil y yo ni siquiera sé como se llama. No le había visto nunca y dudo volver ha hacerlo, la verdad es que llevo dos días esperando a que me llame, pero por más que miro el móvil el dichoso no suena.

(María en Catalán no lleva acento y juro que ésto es cierto)

Fdo: Otra chica invisible (o no tanto)